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Mostrando las entradas de enero, 2022

Cachorros Mario Vargas Llosa

 Mario Vargas Llosa  LOS CACHORROS  1  Todavía llevaban pantalón corto ese año, aún no  fumábamos, entre todos los deportes preferían el fútbol y  estábamos aprendiendo a correr olas, a zambullirnos desde  el segundo trampolín del Terrazas, y eran traviesos,  lampiños, curiosos, muy ágiles, voraces. Ese año, cuando  Cuéllar entró al Colegio Champagnat. Hermano Leoncio,  ¿cierto que viene uno nuevo?, ¿para el “Tercero A”,  Hermano? Sí, el Hermano Leoncio apartaba de un manotón  el moño que le cubría la cara. Ahora a callar. Apareció una  mañana, a la hora de la formación, de la mano de su papá,  y el Hermano Lucio lo puso a la cabeza de la fila porque era  más chiquito todavía que Rojas, y en la clase el Hermano  Leoncio lo sentó atrás, con nosotros, en esa carpeta vacía,  jovencito. ¿Cómo se llamaba? Cuéllar, ¿y tú? Choto, ¿y  tú? Chingolo, ¿y tú? Mañuco, ¿y tú? Lalo. ¿Miraforino? Sí,  desde e...

Vino tinto en McDonalds... Improviso - planeo- modificar

  “Vino tinto en McDonalds”. Por Gunter Silva Passuni Habían quedado en encontrarse en la estación de Brixton. Ella era la única que había respondido al anuncio de Felipe, un aviso escueto en una famosa página de clasificados en línea. Una semana atrás, él había tecleado desde un anodino cubículo de un café internet, cuatro palabras: «nacionalidad inglesa por dinero.» Aquel día le temblaba el cuerpo, tenía una mano en el bolsillo y sostenía un café en la otra. El otoño había empezado, algunas hojas secas volaban a su alrededor, otras se estrellaban contra los buses repletos de pasajeros. Era la hora punta y el ruido rancio de los motores invadía la calle. Su móvil vibró en el bolsillo de su chaqueta, era un texto de ella. «Estoy caminando, llego en cinco minutos». Felipe se puso alerta. Cada vez que venía una chica, él la miraba a los ojos, como tratando de adivinar si una de ellas era Kloe. Vio venir a una muchacha rubia, delgada y guapa. Deseó en el alma que fuera ella, pero no, ...